Meghan Markle tuvo la confianza de contarle el romance que mantenía con el príncipe Harry a la maquillista y empresaria Bobbi Brown.
Una de las numerosas anécdotas que se desprenden de la publicación de los primeros extractos de ‘Finding Freedom', el libro biográfico sobre la fascinante trayectoria de los ahora duques de Sussex que llegará a las tiendas el próximo 11 de agosto, tiene como protagonista a la diseñadora, maquilladora y empresaria de éxito Bobbi Brown, quien dirige una de las compañías más lucrativas del sector de la cosmética.
Uno de los capítulos de la citada obra hace alusión a la sesión de fotos en la que trabajaron Meghan y Bobbi allá por el año 2016, cuando la todavía actriz ya había iniciado su idilio secreto con el nieto de Isabel II.
En un momento de confidencias, la entonces protagonista de la serie ‘Suits’ contó a su colaboradora, casi entre susurros, que estaba “saliendo con un chico del Reino Unido”.
Finalmente, y tras algo de insistencia por parte de su interlocutora, Meghan acabó desvelando a su amiga la identidad de su particular ‘príncipe azul’, no sin antes hacerle prometer que guardaría el secreto hasta que la propia pareja se decidiera a hacer pública su relación.
Por otro lado, el mismo tomo ha sacado a relucir el supuesto gusto del príncipe Harry por el uso de divertidos emoticonos en sus mensajes de texto. Al parecer, esa fue una de las muchas dinámicas que terminaron de convencer a la ahora duquesa de Sussex de que su chico era un tipo “encantador” y, sobre todo, algo más informal y relajado de lo que suelen exhibir los tópicos que existen sobre el carácter de los miembros de la realeza británica.