Cada vez falta menos para que Meghan Markle debute como mamá y por ello un grupo de amigas le organizó un baby shower en Nueva York.
Aunque al principio se mantuvo como secreto, se ha revelado que la duquesa de Sussex viajó a escondidas a la Gran Manzana para celebrar la próxima llegada de su primer hijo, que será en abril. De acuerdo a la revista People, las amigas de Meghan le organizaron un baby shower antes de su regreso a Londres. La duquesa de Sussex visitó Estados Unidos para ver a su madre Doria en Los Ángeles, de ahí viajó a NY para disfrutar de su baby shower y posteriormente regresar junto a Harry en Inglaterra.
Meghan, el baby shower y sus amigos
Pese a que su vida dio un giro de 180 grados, la ex actriz no ha querido perder contacto con aquellos que tiene una estrecha amistad antes de ser parte de la realeza británica. De hecho esas mismas amistades han salido a defenderla ante la campaña de desprestigio que habría venido sufriendo en los últimos meses. Su círculo más cercano le dijo a People quiso revelar la cara menos conocida de Meghan: la de una mujer normal que sigue hablando a diario con sus amigos y cocina para ella y su marido.
“Desde el exterior, la gente quiere pintar una historia de Cenicienta, pero Meg había hecho su vida bastante sorprendente antes de esto”, dijo la íntima confidente de Meghan a People.
“Ella trabajó duro y ganó una carrera increíble; ella hizo un montón de caridad y trabajo voluntario; ella tenía un sitio web de estilo de vida exitoso con un personal que la amaba; tenía privacidad y libertad. Realmente disfrutaba de su vida y de compartir ese éxito con sus amigos, algo que siempre hizo”, dijo la misma fuente.
La confidente agregó: “Siempre que algo bueno está sucediendo en mi vida, ella celebra conmigo primero, y cuando hay una dificultad, está allí con Kleenex y un hombro y un vaso de vino y la mejor charla y un libro que me ayudará. Sea donde sea que esté".
Además de ser “perversamente divertida”, un ex colega le dijo a la publicación que Meghan va más allá para ayudar a sus amigos.
“Ella es una de las personas más desinteresadas que conozco”, dijo la ex colega.
“Hace un par de años, mi hijo estaba al comienzo de un diagnóstico de necesidades especiales. Meg frenó su vida y usó todos los recursos que pudo reunir para mí: me contrató un médico en L.A., me consiguió médicos alternativos, me llamó y me envió cosas a mi habitación de hotel. Fue como un foco de cinco alarmas de su vida para ayudarme y apoyarme”, expresó.