La llegada al mundo del primer retoño de los duques de Sussex ha dado pie a todo tipo de rumores: desde que el bebé en cuestión ya habría nacido y sus padres habrían decidido mantener la noticia en secreto durante unos días hasta que planeaban mudarse a África durante un período de dos a seis meses tras el parto en busca de la tranquilidad que no podrían encontrar en su actual hogar en Frogmore Cottage, en Windsor.
El palacio de Buckingham no ha negado directamente esa última posibilidad, apuntando en su lugar a través de un comunicado difundido la semana pasada que cualquier plan del matrimonio de cara al futuro inmediato se encuentra aún en desarrollo y, por tanto, sería susceptible de modificarse en función de cómo se desarrollen los acontecimientos.
Una gira por África para los Duques de Sussex
Las últimas informaciones al respecto publicadas este domingo por The Sunday Times afirman que los duques de Sussex estarían preparando en realidad una visita oficial al continente africano de cara al próximo otoño, durante la que les acompañaría su bebé, que en ese momento apenas habría cumplido los seis meses.
De confirmarse la noticia, supondría una bonita manera de cerrar el círculo en la historia de su flamante familia, ya que la relación sentimental del nieto de Isabel II con la entonces actriz estadounidense se fraguó durante una estancia en Botsuana, donde consiguieron esquivar a los paparazzi mientras empezaban a conocerse mejor.
Lo más probable, sin embargo, es que no se anuncie ninguna fecha concreta hasta después de que los duques de Sussex presenten oficialmente a su retoño, que se espera que nazca en cualquier momento.
Por el momento, la familia real británica ha adoptado una política de silencio absoluto respecto al nacimiento para respetar los deseos de los padres novatos, que esperan vivir en privado los primeros días de vida de su recién nacido.
Este sábado, durante su actual viaje a Nueva Zelanda, el príncipe William se enfrentó a un sinfín de preguntas sobre cuándo le harían finalmente tío su hermano y su cuñada, aunque consiguió sortearlas todas con soltura.
“Ahora mismo no llevo encima mi teléfono”, respondió William con una sonrisa, dando a entender que el feliz acontecimiento podría producirse ese mismo fin de semana. "¡No tengo ni idea! Al final se enterarán antes que yo a este ritmo”.