Carla Vigo, sobrina de la reina Letizia Ortiz, compartió que se está recuperando favorablemente de su lucha contra la bulimia, trastorno alimenticio que sufre desde la adolescencia.
En marzo pasado, la joven de 24 años reveló a través de sus redes sociales que estaba ingresada en un hospital a causa de la bulimia.
“Empecé a verme mal. A los 14 años empecé a hacer cosas perjudiciales para mí, pero fue con ocho o nueve años cuando comencé a verme mal en el espejo. Era una niña y no sabía qué me estaba pasando. No lo supe identificar porque tampoco nadie me había hablado de ello. Es algo que te va a acompañar toda la vida, pero tienes épocas mejores”, dijo Carla Vigo en ese entonces.
Carla Vigo celebra los pasos hacia su recuperación
La joven, que cuenta con casi 41 mil seguidores en Instagram, compartió algo que hace un tiempo parecía impensable: se probó un vestido que no le quedó y no se sintió triste por ello.
Carla Vigo compartió en sus historias una conversación con la doctora Beatriz Martínez Núñez, psiquiatra infantil del Hospital Niño Jesús de Madrid.
“Tengo que contarte una cosa. El otro día me probé un vestido que no me cabía y no pasó nada. En plan, ni me sentí mal ni me castigué ni nada. Estoy superorgullosa de mí misma”, escribió la joven a la especialista.
“¡Carla, me haces el día! Me alegro muchísimo. Mirarse sin castigarse tiene mucho valor, te mando un súper abrazo”, le respondió la psiquiatra.
El camino de Carla Vigo a la recuperación
El año pasado, la prima de Sofía y Leonor de Borbón, confesó que el apoyo de sus amigos y su familia ha sido fundamental para su recuperación. Especialmente de parte de sus abuelos maternos, los padres de Letizia Ortiz, Paloma Rocasolano y Jesús Ortiz, quienes la han acompañado al hospital en varias ocasiones y han estado junto a ella en los momentos difíciles.
Carla Vigo es hija de Erika Ortiz, hermana menor de la reina Letizia Ortiz, quien trágicamente falleció el 7 de febrero de 2007 cuando la joven tenía apenas 7 años de edad.
Erika Ortiz se quitó la vida por una “ingesta masiva de barbitúricos” , en el departamento de soltera de su hermana mayor, donde residía en ese entonces. Sufría una fuerte depresión luego de un año de su separación del escultor Antonio Vigo, padre de su única hija, Carla Vigo.
Desde muy pequeña, Carla Vigo ha lidiado con ataques de ansiedad, problemas relacionados con la alimentación y la salud mental.
Vivió con su padre, quien inició una nueva vida con otra pareja y se convirtió en padre de otros dos hijos, hasta los 18 años, cuando decidió emanciparse .