El príncipe William reconoce que, desde que es padre, valora mucho más el efecto terapéutico que se desprende de un gusto que comparte con su hijo George.
El príncipe William, duque de Cambridge y futuro heredero al trono británico, ha reconocido sin ambages en su última entrevista que el fútbol ha ido cobrando progresivamente cada vez más importancia para él, sobre todo desde que es padre de tres retoños.
El hijo de Diana de Gales, forofo del Aston Villa, está convencido de que ver un buen partido del deporte rey tiene un efecto muy terapéutico en él, ya que le ayuda a desconectar momentáneamente de las preocupaciones y a descargar parte de la tensión acumulada en su día a día.
El marido de la duquesa de Cambridge, con quien tiene a los príncipes George, Charlotte y Louis, también ejerce desde hace ya varios años como presidente de la Asociación Inglesa de Fútbol y, por tanto, suele presentarse en el palco de honor de las finales más importantes del fútbol de su país.
No obstante, en esas solemnes ocasiones en las que ejerce de representante de su regia abuela, William se muestra mucho más contenido y paciente a sabiendas de que las cámaras están casi tan pendientes de él como de los lances del juego, mientras que en la ‘intimidad’ de su palacio de Kensington, el ‘royal’ se permite algún que otro grito y, desde luego, celebraciones bastante más efusivas que en público.
“Sí que lo es [en referencia a la relevancia del fútbol en su vida]. Desde que soy padre, sin duda alguna, el fútbol ha ido ganando un mayor peso en mi día a día. Me viene bien juntarme con mis amigos y descargar algo de tensión, gritar un poco incluso. Es algo que necesito y que me reconforta. Incluso hablar de fútbol con otros aficionados es algo que me ayuda mucho”, ha revelado en la entrevista que ha concedido al exfutbolista Peter Crouch.