Será gracias a la princesa Diana de Galés que los hermanos podrán reunirse nuevamente para inaugurar la estatua de su fallecida madre.
Las historias acerca de la mala relación que mantendrían a día de hoy los príncipes William y Harry no han parado de circular desde que este último se instaló definitivamente en Los Ángeles con su esposa y su hijo pequeño tras su desvinculación del núcleo duro de la monarquía británica.
La publicación de la biografía no autorizada de los duques de Sussex, que incluía un sinfín de anécdotas acerca de los desencuentros que se habrían producido entre los dos hermanos en los últimos años, no ha hecho demasiado por desmentir esos rumores.
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La expectación en torno al eventual reencuentro entre los dos hijos del príncipe Carlos es, por tanto, considerable y ahora se ha anunciado una fecha para el regreso de Harry a Reino Unido: el 1 de julio del año que viene. Ese es el día en que está previsto que inaugure junto a su hermano mayor una estatua en honor a su madre: la fallecida Diana de Gales.
Según ha desvelado el palacio de Kensington, la ceremonia tendrá lugar en el jardín de la residencia real en que se instalará esa obra de arte de forma permanente, que resulta ser además el mismo lugar donde su hijo menor anunció su compromiso con Meghan Markle.
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La pieza se encargó hace tres años y se presentará en el que habría sido el 60 cumpleaños de la princesa, que falleció en 1997 en un accidente de tráfico en París.
Aunque se ha especulado mucho con la posibilidad de que Harry y Meghan viajen a Inglaterra en cuanto las restricciones por la actual pandemia del coronavirus lo permitan, para continuar con su trabajo como patrones de distintas asociaciones, por el momento no hay nada confirmado.