Margarita II dejó el trono a sus 83 años tras más de medio siglo como monarca, ahora su hijo Federico X estará al frente de dicha responsabilidad.
De manera que Margarita puso fin a una era cuando firmó su declaración de abdicación durante una reunión del Consejo del Estado, un momento histórico cargado de emotividad, en el que Margarita se dejó ver contenta, mientras su hijo se notaba sumamente conmovido ante el inicio de una nueva historia para Dinamarca.
Margarita II se sentó por última vez en la cabecera de la mesa del Consejo de Estado con un traje en color frambuesa, para que después Federico X ocupara este puesto y a la derecha se sentara su hijo el príncipe heredero Christian. Visiblemente emocionada, la monarca firmó, se levantó y cedió la silla a su hijo, y tras una indicación del persona de protocolo y recoger su bastón, salió de la estancia. La reina complementó su look con unos pendientes, regalo del fallecido príncipe Enrique en 1990 y un broche regalo de su padre, Federico IX, cuando fue nombrada heredera en 1953.
La madre de Federico X viajó por última vez en carruaje como reina en un recorrido por las calles de Copenhague para dirigirse desde el Palacio de Christian IX, en Amalienborg, hasta el de Christiansborg, escoltada por el regimiento de Húsares.
La soberana era la única mujer reinante del mundo, la más longeva de su país y de Europa, cabe destacar que seguirá conservando su título de reina y pasa a ser la primera jefa de estado que abdica en Dinamarca en 900 años.