Luego de dos años de la boda de Harry y Meghan, la diseñadora Claire Waight ha querido revelar algunos secretos alrededor del vestido de novia.
Claire Waight Keller, directora creativa de Givenchy y responsable del espectacular y elegante vestido de novia que lució Meghan Markle en su boda con el príncipe Harry, la cual tuvo lugar hace ya dos años en el castillo de Windsor, no ha dudado en conmemorar el segundo aniversario de semejante evento con una extensa carta en Instagram que le ha llevado a confesar algunas de las sensaciones e impresiones que experimentó durante tan mágica jornada.
Además del comprensible nerviosismo ante el hecho de que millones de ojos procedentes de todo el mundo estuvieran tan pendientes de la novia como del inmaculado atuendo en el se había enfundado, la diseñadora ha revelado que también vivió con especial emoción tanto la complicidad que exudaban los dos enamorados, como el cariño con el que los admiraba el resto de miembros de la familia real.
“Fue extraordinario estar en la misma sala con toda la Familia Real situándose para la foto delante de mí y del fotógrafo Alexi Lubomirski. Era como cualquier otra familia feliz preparada para un retrato maravilloso. Hablaban animadamente sobre los novios, la boda, los niños y la ceremonia, como todos hacemos en situaciones así. Fue algo muy encantador y terrenal”, reza un extracto del texto que ha publicado en su perfil.
Claire acabó forjando una estrecha amistad con la exactriz y ahora duquesa durante el proceso de concepción y elaboración de su traje de novia, la cual se vio reforzada en tiempos posteriores durante el primer embarazo de Meghan, quien dio a luz a su pequeño Archie en mayo del año pasado.
No obstante, Claire también ha confesado que todavía tiene que pellizcarse el brazo para saber que tan romántica y regia jornada no fue producto de un sueño, sino que constituye uno de los momentos clave de su trayectoria profesional y personal.