Por Bang Showbiz @CARASmexico
Los duques de Sussex han aterrizado este lunes por la mañana en Ciudad del Cabo (Sudáfrica) tras tomar un vuelo nocturno de la aerolínea comercial British Airways para comenzar su gira oficial de 10 días que, en el caso del príncipe Harry, le llevará a recorrer cuatro países y durante la que ambos estarán acompañados de un “pasajero muy especial”, como ha apuntado un portavoz de la casa real británica, “que conseguirá que toda la experiencia sea mucho más entretenida”.
Y es que, tal y como se esperaba, los duques de Sussex han decidido que su hijo de cuatro meses Archie les acompañe en el viaje.
En las primeras imágenes de la esperada visita tomadas en el mismo aeropuerto, se puede ver al pequeño bajando del avión en brazos de su madre, arropado en una manta y luciendo un simpático gorro adornado con un pompón que recuerda notablemente a otro que utilizó su padre cuando tenía su misma edad durante una visita a Aberdeen (Escocia) en enero de 1985 acompañado de la princesa Diana.
Ni a Meghan ni a su cuñada Kate, la esposa del príncipe William, se les escapa el poder de fascinación que aún genera la figura de su fallecida suegra y siempre que pueden tratan de hacer pequeños guiños a su persona con el vestuario que utilizan ellas o sus retoños.
Harry y su esposa han arrancado su apretada agenda nada más poner un pie en el país desplazándose al pueblo de Nyanga, hasta donde se han acercado para conocer la labor que realizan los responsables de un taller que informa a los niños de la comunidad local acerca de sus derechos e imparte clases de defensa personal.
De cara a esa primera parada, la antigua actriz se cambió rápidamente para ponerse un favorecedor vestido de la firma sostenible malauí Mayamiko, lo que viene a demostrar que ha hecho su equipaje una vez más con mucho cuidado para enviar un mensaje con cada prenda que utilice estos próximos días.
Para completar su conjunto se decantó con unas cómodas cuñas de la marca española Castañer, la misma que tantas veces ha utilizado la duquesa de Cambridge, y que curiosamente se rumorea que no le gusta lo más mínimo a la reina Isabel II, quien no vería con buenos ojos el uso de cuñas en lugar de tacones en las apariciones públicas de las royals.