Existe un gran debate sobre los orígenes de la ley sálica, aunque la mayoría de las investigaciones apuntan a que surgió en la Alta Edad Media (siglo V) bajo el mandato de Clodoveo I, monarca de los francos salios, de ahí su nombre. A pesar de que esta ley tuvo sus inicios en el reino de Francia ya unificado, posteriormente se extendió a todos los reinos de Europa.
Mediante ella, se trataba de regular los diversos conflictos que surgían en temas de herencias, homicidios y robos, aunque estaba más vinculada al patrimonio de la tierra. Al final, la ley sálica derivó en un principio sobre el orden sucesorio en la corona, donde se excluía a la mujer de ocupar el trono, principalmente porque la iglesia la señalaba como responsable del pecado original y, la segunda, porque se les consideraba débil e inferior. Asimismo, se pensaba que, en realidad, nunca se podía comprobar que los hijos de las princesas fueran hijos de sus esposos, por lo que se prefirió excluirlas de su derecho al trono.
Y SE ALZÓ LA VOZ FEMENINA
Con el paso de los siglos y frente a algunos casos críticos en el orden sucesorio en diferentes casas reales, esta ley fue cediendo cada vez más, hasta que las mujeres fueron ganando terreno, haciéndose escuchar y dándose a respetar, demostrando que son igual de capaces que los hombres. Las reformas constitucionales en los últimos 60 años han sido constantes e importantes en materia de igualdad de género en toda Europa, por ejemplo, en 1980 el parlamento sueco modificó la ley de 1818, para que las mujeres estuvieran en la misma condición de reinar; en 1983 la máxima legislación de los Países Bajos estableció la igualdad de
sexos en la orden de sucesión; lo mismo pasó en 1990 en la casa real de Noruega, en 1991 en Bélgica y en 2005 en Dinamarca. Sin embargo, en las monarquías de España, Inglaterra y el principado de Mónaco aunque la ley sálica ya no rige en un sentido estricto pues las mujeres sí pueden reinar, se continúa dando preferencia al varón por primogenitura. Gracias a mujeres como la reina Victoria e Isabel II del Reino Unido, Beatriz de Holanda o Margarita de Dinamarca, quienes han ejercido un papel impecable como soberanas, es que hoy ya hay cinco jóvenes herederas esperando su turno para ocupar el trono, Victoria de Suecia, Elisabeth de Bélgica, Ingrid de Noruega, Amalia de Holanda y Leonor de España. Quiere decir que, en unos años, las casas reales de Europa estarán bajo el mando de mujeres con excepción de la danesa que sí tiene un heredero varón, el príncipe Cristian, primogénito del actual príncipe heredero Federico y su esposa, la princesa Mary.
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