La actriz recuerda el día que conoció a Lady Di y al príncipe Carlos
La modelo reconvertida en actriz Lily Collins lleva codeándose desde su más tierna infancia con la alta sociedad británica en calidad de hija de una de las grandes figuras musicales del país: Phil Collins.
Sin ir más lejos, cuando todavía era una niña que apenas sabía andar, tuvo la oportunidad de conocer en persona al príncipe Carlos y a su entonces aún esposa Diana de Gales, aunque en aquel momento a ella no le impresionó lo más mínimo la regia identidad de sus interlocutores.
“Conocí a la familia [real] cuando apenas podía sostenerme en pie. Hay fotos mías dándole un ramo de flores a la princesa Diana y creo que luego intenté quitárselas. Me han contado que el príncipe Carlos me dio un teléfono de juguete para que me entretuviera jugando, pero al parecer yo intenté golpearle con él. Lo único en lo que podía pensar mi pobre madre era en que nos iban a echar de allí por mi culpa”, ha recordado divertida Lily, fruto del segundo matrimonio del líder de Genesis con la modelo Jill Tavelman, en una entrevista a la revista Vanity Fair.
“Hay fotos mías dándole un ramo de flores a la princesa Diana y creo que luego intenté quitárselas”, Lily Collins
Pese a que está más que acostumbrada a charlar con algunas de las personalidades más conocidas del mundo del entretenimiento sin darle más importancia de la necesaria a sus interacciones, Lily no pudo evitar perder la compostura la primera vez que se encontró cara a cara con la mismísima Meryl Streep, con quien mantuvo una conversación que sigue grabada en su memoria palabra por palabra.
“Cuando conocí a Meryl Streep, la primera vez, me quedé sin aliento y cuando me dio la mano se me puso el vello de punta y empecé a llorar. ¡No sabía qué decirle! Así que le solté: ‘Generalmente siempre sé qué decir, pero ahora no se me ocurre nada. Solo puedo pensar que nos lo pasaríamos muy bien si trabajáramos juntas’”, ha confesado la actriz sobre su encuentro con uno de sus grandes ídolos, en el que la amabilidad de la legendaria intérprete le salvó de hacer el ridículo más espantoso.
“Ella me interrumpió y me dijo que seguro que sí que nos divertiríamos mucho, y le contesté: ‘Es que te quiero mucho, y te admiro’. Y ella me pidió que por favor le dijera eso mismo a su hija. Fue un momento increíble, y la siguiente vez que coincidimos se acordaba de mí".