Tras haberse contagiado de coronavirus, el príncipe Carlos ha perdido los sentidos del olfato y el gusto como secuela de la enfermedad.
El príncipe Carlos de Inglaterra, eterno heredero al trono que ocupa su graciosa majestad Isabel II, todavía está lidiando con algunas de las secuelas físicas que se desprenden de la enfermedad que contrajo tras contagiarse de coronavirus, una infección que se dio a conocer el pasado mes de marzo y poco antes de que el gobierno de Boris Johnson empezara a decretar las primeras órdenes de reclusión doméstica y cese de la actividad pública. Según el diario Daily Mail, que ha entrevistado a un sanitario del hospital general de Cheltenham llamado Jeff Mills, el padre de los príncipes William y Harry, quien visitó el centro recientemente, habría confesado a sus interlocutores que todavía no ha recuperado por completo el sentido del olfato y el del gusto, aunque cada día va notando la progresiva mejoría. Es solo cuestión de tiempo, por tanto, que el aristócrata vuelva totalmente a la normalid
jPs “Nos habló desde su propia experiencia personal, nos contó anécdotas y ofreció datos de primera mano. Nos dijo que había perdido por completo el sentido del gusto y el del olfato, y parece que todavía no los ha recuperado del todo”, ha explicado este profesional al mencionado periódico, que también recoge las elogiosas declaraciones que, en el marco del evento, ofrecía Camila, esposa del príncipe, sobre la “heróica” labor del Servicio Nacional de Salud del país. Por otra parte, todavía no han trascendido más detalles sobre otro asunto relacionado de alguna forma con el estado de salud del príncipe: la evidente hinchazón de sus dedos que quedó retratada en una reciente foto oficial. https://twitter.com/ForgottenScouse/status/1271721048799666179?s=20 Nadie del entorno de Clarence House, y tampoco la prensa británica, ha podido o querido aclarar las dudas que han venido surgiendo al respecto. En cualquier caso, se espera que Carlos retome su agenda pública tan pronto como sea posible y eso parece descartar males mayores.