La princesa Charlotte tiene un lindo apodo y a ella le encanta. Como cualquier otra familia, los miembros de la monarquía británica utilizan varios apodos cariñosos en la intimidad para referirse los unos a los otros: la reina Isabel II es para sus más allegados ‘Lilibet’ desde la infancia y sus bisnietos la han bautizado como ‘Gan-Gan’, la fallecida Diana de Gales solía referirse a su primogénito William como ‘Wombat’ en referencia al adorable marsupial australiano y para sus íntimos el príncipe Enrique ha sido durante años ‘Spike’.
Los apodos de la realeza
Las nuevas generaciones tampoco se han librado de esa tradición y en el caso del príncipe George, por ejemplo, cuenta con varios motes: desde la abreviación ‘PG’ que comenzaron a utilizar para él en el colegio y que sus padres adoptaron después añadiéndole ‘PG Tips’ en un guiño a la marca de té o Archie, como él mismo aseguró llamarse durante un encuentro con una vecina de su abuela materna. Aunque más tarde sus tíos, Harry y Meghan Markle, le ‘robaron’ la idea para bautizar a su primer retoño, durante meses la pareja hablaba, por su parte, de su hijo no-nato como el ‘bebé Sussex’.
El apodo de Charlotte
La princesa Charlotte también se ha ganado varios sobrenombres a su corta edad. Su madre la duquesa de Cambridge, conocida popularmente como Kate desde antes incluso de su compromiso con el príncipe William, reveló recientemente en una visita oficial a Irlanda del Norte que utilizaba el diminutivo ‘Lottie’ para su pequeña y ahora un nuevo vídeo difundido por el palacio de Kensington para promocionar el jardín que la duquesa ha diseñado como parte de la exposición floral Chelsea Flower Show desvela otro de los motes de la niña.
En un momento dado de la grabación, su padre trata de animarla para que juegue y le empuje en el columpio refiriéndose a ella como ‘mignonette’, un término derivado del adjetivo francés ‘mignon’ que se traduciría como ‘adorable o lindo’.