Dru Marshall, un joven de 26 años originario de Hampshire, Inglaterra, ha sido condenado por fraude después de intentar vender en eBay un bastón que afirmaba pertenecía a la difunta reina Isabel II.
El joven se declaró lacayo de alto rango en el Castillo de Windsor, por lo que fue declarado culpable de fraude por falsa representación en el Tribunal de Magistrados de Southampton y sentenciado a 12 meses de trabajos en beneficio de la comunidad, de acuerdo con la BBC.
El joven había listado el “bastón de asta” en una subasta en eBay, asegurando que pertenecía a la reina Isabel II y que los fondos recaudados se destinarían a la fundación “Cancer Research UK”, dice el portal, mientras que la agencia de noticias AP informó que la subasta alcanzó las 540 libras antes de que Marshall quitara el anuncio al enterarse de que estaba siendo investigado por la policía.
Quiso vender bastón falso de la reina Isabell II
En su anuncio en eBay, Dru Marshall afirmó ser un lacayo de alto rango y falsamente declaró que la Reina utilizó el bastón en sus últimos años debido a problemas de movilidad. Además, en su defensa, llegó a afirmar en diferentes momentos que la empresa no era un fraude, sino una broma de mal gusto o un experimento social para medir la atención que recibiría su publicación.
De acuerdo con la BBC, la evidencia informática reveló que sus búsquedas en línea demostraban su intención de engañar a posibles víctimas, buscando términos como “la Reina” y “cómo eliminar una publicación en eBay”.
Julie Macey, fiscal principal de CPS Wessex, comentó: “Dru Marshall utilizó la muerte de Su Majestad la Reina Isabel II para intentar engañar al público con una subasta benéfica falsa, alimentado por la avaricia y el deseo de atención. El plan de Marshall fue frustrado antes de que pudiera estafar con éxito a cualquier víctima desprevenida”.
El joven fue multado con 613 libras, además de recibir una orden comunitaria. Julie Macey, fiscal principal de CPS Wessex, comentó a la BBC que Marshall utilizó la muerte de la reina Isabel II para intentar engañar al público con una subasta benéfica falsa, motivado por la codicia y el deseo de atención.