Meghan Markle obsequió a Kate Middleton algo significativo para facilitar lo que prometía ser una bonita amistad entre ambas.
Aunque en los últimos años se ha especulado mucho con la naturaleza de la relación entre Meghan Markle y Kate Middleton, marcada según los rumores por las ocasionales fricciones ligadas a sus diferentes concepciones del papel que debían jugar en el marco de la institución monárquica, hasta ahora no había salido a la luz uno de los detalles que parecían facilitar, al menos en los inicios, una estrecha y bonita amistad entre ellas.
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Según la última ola de revelaciones procedente del libro biográfico ‘Finding Freedom’, que versa sobre la intensa y accidentada trayectoria de Meghan Markle y el príncipe Harry como pareja y miembros -hasta el pasado marzo- de la primera división de la familia real, la antigua actriz decidió “romper el hielo” con Catalina regalándole un sofisticado cuaderno de la marca Smythson -a sabiendas de la afición de esta última al dibujo y a la escritura- poco después de conocerla personalmente y con motivo de su cumpleaños.
Semejante obsequio fue, como era de esperar, muy bien recibido y desde entonces las dos mujeres empezaron a ganar la confianza necesaria para desempeñar exitosamente su condición de cuñadas y esposas de dos de los príncipes más mediáticos del mundo.
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Con el paso del tiempo, eso sí, en su vínculo empezaron a aparecer unas supuestas desavenencias que, además, encajaban con las ‘inseguridades’ iniciales de William acerca de la entonces novia de su hermano menor.
“Tómate todo el tiempo necesario para conocer bien a esta chica”, le habría aconsejado el futuro heredero a Harry según uno de los extractos de la obra. “Esas dos últimas palabras denotaban un esnobismo que rompía con la concepción de la vida que tiene Harry.
Tras pasar 10 años en el ejército, Harry sabía bien que no se puede juzgar previamente a la gente por su acento, educación, etnia o profesión”, continúa ese párrafo concreto del tomo.