Sigue aquí, minuto a minuto, el funeral de Felipe de Edimburgo. Una ceremonia que se ha planificado durante más de 25 años en el palacio. El reverendo Justin Welby ha dicho que el servicio, en la Capilla de San Jorge del Castillo de Windsor, fue «meticulosamente planeado durante un cuarto de siglo». También dijo que la «huella del duque estará por todas partes».
Por ejemplo, no se pronunciará ningún sermón durante el servicio real ceremonial. Así fue como lo deseó el príncipe Felipe. Su profundo amor por el mar y relación con la Royal Navy impregna la ceremonia por donde le veamos. La música elegida por el duque, incluido el himno Eternal Father, Strong To Save, será escuchada. Esta pieza, recordemos, se asocia tradicionalmente con la gente de mar y las fuerzas armadas marítimas. Asimismo, en honor a toda una vida con la Royal Navy, los cornetas de los Royal Marines harán sonar el The Last Post y las Action Stations. Dos composiciones que se escuchan en los buques de guerra para indicar que todas las manos deben ir a las estaciones de batalla. Finalmente, hará sonar la diana.
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Según los informes, la reina se ha despedido en privado de su esposo, antes de que el ataúd del duque partiera hacia el castillo de Windsor esta tarde.
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A las 9 de la mañana, hora de Reino Unido, la Familia Real compartió esta elegía en honor al príncipe: https://twitter.com/RoyalFamily/status/1383326258654695431
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Cerca del mediodía, se notificó que las insignias del duque de Edimburgo fueron colocadas en el altar de la capilla de San Jorge en Windsor desde un día antes.
Al mismo tiempo, el ataúd del duque fue trasladado de la capilla privada del castillo de Windsor al salón interior; éste lució cubierto con una corona, su espada —regalada al duque por el rey Jorge VI—, su gorra naval y su estandarte personal. La antigua escuela del príncipe, Gordonstoun, publicó unas fotos de él navegando a sus 16 años.
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A la una de la tarde, hora de Reino Unido, en La Valeta, Malta, se disparó un saludo de nueve cañones. Esto, con vistas al Gran Puerto de la capital maltesa, desde la batería de saludo de Upper Barrakka. Un lugar con muchísimo significado, pues la reina y Felipe vivieron en esta zona después de casados, mientras él continuaba con su carrera naval.
A la par, cientos de palomas han sido liberadas por todo el país para conmemorar el interés del duque de Edimburgo en los palomares reales.
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A las 2 de la tarde, el arzobispo de Canterbury, Justin Welby, llegó al castillo de Windsor. Él es quien dará la segunda lectura del servicio; la primera será leída por el decano de Windsor, el reverendo David Conner. Mismo que dirigirá el servicio fúnebre.
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Cerca de las 1:40 pm, el príncipe Carlos llegó a Windsor para el funeral de su padre.
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A las 2:20 aproximadamente, llegó al cuadrilátero del Castillo de Windsor el carruaje del Príncipe Felipe, con su sombrero y guantes en el asiento. Este carro fue tirado por dos ponis, Notlaw Storm y Balmoral Nevis. También el auto fúnebre Land Rover, hecho a medida del duque. Recordemos que éste se diseñó durante 16 años, dada la pasión que sentía el duque por este vehículo.
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El ataúd del príncipe Felipe salió del castillo de Windsor antes de colocarlo en la parte trasera del Land Rover.
Mientras tanto, la reina se une a la procesión fúnebre y se toca el himno nacional. Ésta es la primera vez que la vemos oficialmente en público, desde que anunció que el duque había fallecido. La reina fue acompañada por una dama y viajó en un Bentley que tomó su lugar al final de la procesión fúnebre.
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Comienza la procesión hacia la Capilla de San Jorge.
Después de que el ataúd del príncipe Felipe es llevado a los escalones de la Capilla de San Jorge, comenzó un minuto de silencio —cuyo comienzo y final están marcados por un arma—. Los miembros de la realeza mayor se unen a la procesión.
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Finalmente, el ataúd es dispuesto en el catafalco y la reina es conducida a su lugar por el Decano de Windsor; mismo que comienza con estas palabras:
«Estamos hoy aquí en la Capilla de San Jorge para encomendar en manos de Dios el alma de su siervo, el príncipe Felipe, duque de Edimburgo. Con corazones agradecidos, recordamos las muchas formas en las que su larga vida ha sido una bendición para nosotros. Nos ha inspirado su lealtad inquebrantable a nuestra Reina, su servicio a la Nación y la Commonwealth, su coraje, fortaleza y fe.
A esta composición le siguen la diana, Action Stations —el toque que dirige todas las manos a sus estaciones de batalla— y, por último, el himno nacional.
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Al salir de la Capilla, fuimos testigos de otro momento realmente conmovedor. William y Harry caminaron juntos, a la par de la duquesa de Cambridge. El contacto entre ambos hermanos ha sido muy limitado después de que Meghan y Harry dieran aquella reveladora entrevista con Oprah Winfrey.
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Alumnos de Gordonstoun guardan un minuto de silencio en homenaje a su antiguo alumno, el duque de Edimburgo.
Boris Johnson, Primer Ministro, subió este tweet:
In Memoriam HRH The Prince Philip, Duke of Edinburgh, 1921-2021. pic.twitter.com/QoKgxOYnt5
— Boris Johnson (@BorisJohnson) April 17, 2021
La reina se sentó a solas.
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Más tarde, entraron los demás miembros de la Familia Real, así como el ataúd del príncipe Felipe. Continuaron los servicios religiosos, mientras la insignia del Príncipe Felipe descansaba sobre nueve cojines en el altar. Hacia el final de la ceremonia, el coro cantó el Kontakion ruso de los difuntos, un himno fúnebre en las iglesias ortodoxa rusa y griega. Esto se debe a la tradición misma de la familia del duque; no olvidemos que el príncipe Felipe nació oficialmente en la iglesia ortodoxa griega y su madre, la princesa Alicia de Battenberg, se encuentra enterrada en un convento ortodoxo ruso en Jerusalén.
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Acercándonos a las 4 de la tarde, hora de Reino Unido, el ataúd del príncipe Felipe bajó a la Bóveda Real, debajo de la capilla de San Jorge. Last Post sonó por Clarines de los Royal Marines, marcando el viaje del duque hacia su descanso final. Esta pieza, como mencionamos al inicio de este texto, significa el final del día o, como en esta ocasión, que un soldado ha ido a su descanso final en la tradición de la Royal Navy.