Ya sabíamos todos que el príncipe Harry volvería a Inglaterra durante los primeros días de julio para celebrar lo que habría sido el cumpleaños número 60 de su madre, Diana. Esto ha abierto un sinnúmero de opiniones sobre lo que podría significar dicho viaje con su hermano, su abuela, su padre y otros miembros de la Familia Real. Las especulaciones sobre un gentil reencuentro familiar inundaron el aire. Sin embargo, todo apunta a que no se le unirán su esposa, Meghan Markle, y sus dos hijos, Archie y Lili. Una decisión que sesga cualquier fantasía que nos hallamos hecho sobre este evento. Una fuente le dijo al Daily Mirror que Meghan se quedará en California, aunque ésta ya había dicho que existía la probabilidad de asistir al memorial. Este informante dijo:
«Meghan no va a viajar [...] Ella acaba de tener un bebé y Harry viajará solo».
Los actos de la ceremonia
Además de develar la estatua de su madre, se tiene contemplado que Harry dé un discurso en una ceremonia en el Palacio de Kensington. De acuerdo con los informes, William planea dar un discurso por separado. Lo cual también borra cualquier ilusión de ver a los dos hermanos reunidos en amoroso homenaje a la princesa Diana. Otra de las confirmaciones que existen es que Harry ha sido invitado a un almuerzo individual con su abuela, la reina Isabel II. Algo que sólo sucede con personas muy especiales en la vida de la monarca.
Sobre la escultura
La tan ansiada estatua tendrá hogar en el sitio favorito de Diana durante su temporada en Kensington. Se trata de un jardín llamado Sunken Garden, que en 2017 fue incluso dedicado a Diana como una suerte de tributo póstumo. Este espacio natural está adornado actualmente con sus flores favoritas —nomeolvides, lirios blancos, rosas blancas, tulipanes, narcisos y margaritas—. https://twitter.com/EdwardWJSmith/status/935170668764782595 En alguna ocasión, el jardinero del palacio de Kensington, Sean Harkin, dijo que estas flores retoman a la perfección dos colores clave en el estilo personal de la princesa: el blanco y el crema. La escultura le fue comisionada por William y Harry al artista británico Ian Rank-Broadley, un creativo que ha colaborado en el diseño de las monedas del Reino Unido que llevan el rostro de la reina Isabel II.