Kate Middleton, uno de los iconos más fuertes que ha tenido la realeza en última fechas, es también una figura que, como tal, se ha comparado en repetidísimas ocasiones con la princesa Diana. Incluso más de las que debería. Pero siendo esposa de William y futura heredera del trono, es claro que todo mundo tienda puentes entre ella y su difunta suegra. Pensemos también esto: en más de una vez la hemos visto emular los looks de Diana y quizá no lo haya hecho a propósito ni buscando ser una copia de la royal más amada de todas. Sino realmente como un resultado del estricto y a veces asfixiante código de vestimenta que tiene la casa real. ¿De qué manera podría huir de las similitudes si comparten el mismo dress code, aún separadas por el tiempo? Lo que sí es por completo innegable es que hemos tenido situaciones de transparente homenaje a Diana. Donde sus elecciones son un directo tributo a la mamá de Will. El más reciente registro de ello lo tenemos este junio de 2021, cuando usó un precioso brazalete de perlas y diamantes que perteneció a la difunta princesa.
Kate asistió a la Cumbre del G7 junto a otros miembros de la realeza y líderes mundiales. Fue ahí en donde lució tan asombrosa pieza de joyería, bien contrastada con un vestido blazer color blanco y de silueta fit.
Historia del brazalete
En numerosas ocasiones vimos cómo la princesa Diana usó este delicado brazalete de tres hilos de perlas y diamantes, hoy herencia a una de sus renombradas nueras. Y no cualquiera, sino aquella que llegará a la gobernanza de Reino Unido.
Esta joya fue creada por Nigel Milne. Uno de los momentos más célebres para esta pieza fue cuando la Princesa de Gales le usó durante su visita a Hong Kong en 1989.
También hemos visto en repetidos eventos y compromisos reales a Kate usando este brazalete, como uno de sus preferidos. Entre ellos destaca un viaje en 2017 a Berlín y otro durante 2018 por Suecia.
Destaquemos que el estilo de Kate es más sobrio e incluso más minimalista —acorde a nuestra época y a la imagen que hoy desea proyectar la realeza—, si le comparamos con los looks que Diana solía elegir para estas piezas. Pensemos, por ejemplo, en su llamado vestido Elvis. Una oda al lujo color marfil que siempre llevaremos en la memoria.