Kate Middleton y Meghan Markle volverán a mostrar un frente unido este sábado en Wimbledon, el mismo marco que eligieron el año pasado para realizar su primera aparición pública en solitario, en la final femenina que enfrentará a Serena Williams -íntima amiga de la primera- y Simona Halep.
La duquesa de Sussex y la de Cambridge han presenciado ya varios partidos en la edición de este año, pero siempre por separado: la esposa del príncipe William acudió el pasado 2 de julio y su cuñada hizo lo propio dos días más tarde, aunque en su caso estuvo acompañada de dos amigas.
Su visita al torneo de este fin de semana servirá, sin duda, para atajar los rumores que les atribuyen desde hace un año una relación muy tensa y que se vieron respaldados de alguna manera por la falta de interacción que pareció existir entre ellas cuando este miércoles acudieron con sus respectivos retoños a un partido de polo a apoyar a sus maridos mientras jugaban.
No cabe duda de que este sábado su comportamiento será analizado hasta el más mínimo detalle como ya sucedió en la tradicional misa de Navidad en Sandringham, cuando un simple gesto de Meghan al posar al mano en la espalda de Kate fue interpretado como una señal de la buena sintonía que ya se había establecido entre ellas, en busca de pistas que aclaren si su supuesta enemistad es o no real.
Por otra parte, al tratarse de un acto oficial, se espera que ambas actúen lo más neutrales posible en las gradas.