Por Bang Showbiz @CARASmexico
A diferencia de otras generaciones precedentes de la familia real británica, los duques de Cambridge, el príncipe William de Inglaterra y Kate Middleton, han demostrado ser bastante abiertos a la hora de compartir públicamente ciertos entresijos de su vida más cotidiana en el palacio de Kensington, una actitud que ciertamente también exhiben el príncipe Harry y Meghan Markle, duques de Sussex, y otros representantes más jóvenes de la dinastía Windsor. Tanto es así, que si hace un año los futuros reyes del país hablaban sin tapujos de sus programas de televisión favoritos -'Game of Thrones’ y ‘Homeland’, por cierto-, ahora William y Kate han querido dar a conocer su afición a la comida asiática y, sobre todo, los diferentes niveles de tolerancia que tanto ellos como sus hijos tienen en relación a estos manjares que, por desgracia, no son aptos para todos los públicos debido a su picor.
“Me cuesta mucho hacer curry para toda la familia, la verdad. Para los niños no suelo añadir demasiadas especias, aunque Charlotte resiste bastante bien el picante. A mí me gusta muy picante y a William algo más suave”, ha asegurado Kate, madre de los príncipes George y Louis, además de la mencionada Charlotte, durante un encuentro con miembros de la comunidad pakistaní en Londres. El nieto de Isabel II, por su parte, ha tenido que matizar las declaraciones de su esposa para señalar que, aunque le encantan las comidas especiadas, trata de evitar a toda costa un aumento considerable de su temperatura corporal. En cualquier caso, de cara a su próxima visita oficial a Pakistán, la cual tendrá lugar entre los días 11 y 14 de octubre, William no tiene intención alguna de restringirse en el plano gastronómico y ha avisado incluso de que necesitará un traje nuevo para acomodar los kilos de más. “El ‘calor’ [del picante] y yo no nos llevamos demasiado bien. Me gustan las especias pero no tanto lo picante. De todas maneras, estoy deseando ir ya. Creo que voy a necesitar un traje más grande para la vuelta, eso sí", ha bromeado el primogénito de la desaparecida Diana de Gales.