El viernes 17 de julio por la mañana, la princesa Beatriz y Edoardo Mapelli llegaron al altar frente a una veintena de personas
El enlace de la princesa Beatriz con Edoardo Mapelli Mozzi hizo historia el pasado viernes al convertirse en la primera boda de la familia real británica que se celebraba en secreto en más de doscientos años.
Las malas lenguas aseguran que la pareja optó por una ceremonia íntima para que el padre de la novia, el príncipe Andrés, pudiera llevarla hasta el altar a pesar de la polémica que ha causado su vinculación con el fallecido empresario Jeffrey Epstein, acusado de dirigir una red de tráfico sexual de menores.
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Sin embargo, la versión oficial sigue siendo que nada ni nadie podía robar protagonismo ese mismo día a la reaparición en público de la reina por primera vez en meses para nombrar caballero a Tom Moore, el anciano de 100 años de edad que ha recaudado 30 millones de libras para el sistema sanitario británico durante el período de confinamiento.
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A lo largo del fin de semana el palacio de Buckingham ha ido compartiendo las primeras imágenes de los recién casados que han servido para desvelar más detalles sobre el atuendo de Beatriz, que eligió para su gran día un antiguo vestido de su abuela Isabel II diseñado por Norman Hartnell que la soberana utilizó en la década de los 60.
Los zapatos de Beatriz también tenían historia: se trata de un par de Valentinos recubiertos de cristales color champán que se puso para la boda de su primo el príncipe William con la duquesa Catalina en 2011 y que tres años más tarde volvió a utilizar para el enlace del príncipe Amadeo de Bélgica.