Esta es la forma en que la reina Isabel II rompió el protocolo al hablar con Meghan Markle.
La realeza tiene prohibido tener posturas políticas —junto con otros rígidos protocolos a seguir. Claro, cumplir con estas reglas debe ser más complicado de lo que creemos. ¿Qué pasa cuando alguien, como la reina Isabel II, quiere hablar de política? Pues la antigua monarca de Inglaterra rompió uno de sus protocolos para charlar con Meghan Markle, en quien mostró interés por ser estadounidense.
La reina Isabel II rompió el protocolo por hablar de este tema con Meghan Markle
Técnicamente ninguna figura de la realeza puede tener posturas políticas. En el sitio web mencionan que el o la monarca debe ser “estrictamente neutral”.
Como Jefa de Estado, la reina debe permanecer estrictamente neutral con respecto a los asuntos políticos, incapaz de votar o presentarse a las elecciones. Sin embargo, su majestad tiene importantes funciones ceremoniales y formales en relación con el gobierno del Reino Unido.
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Sin embargo, y aunque no fue una incitación para mostrar su postura política, la reina Isabel le preguntó a Meghan Markle sobre Donald Trump cuando la conoció. Esto lo reveló Harry en su libro Spare, comentando que fue un encuentro ‘agradable’. Según el príncipe, su abuela quería saber la opinión de Meghan sobre Trump por ser estadounidense. “Mi abuela incluso le preguntó a Megh qué opinión le merecía Donald Trump. Esto fue justo antes de las elecciones en noviembre del 2016, así que todo mundo parecía pensar y hablar sobre el candidato republicano”, escribió Harry. Pero Markle decidió no entrar en este debate. “Meg opinaba que la política era un asunto en el que nadie salía ganando, por eso cambió de tema y pasó a hablar de Canadá", redactó. “Mi abuela entrecerró los ojos, ‘creí que eras estadounidense’. ‘Sí lo soy, pero llevo siete años viviendo en Canadá, por trabajo’. Mu abuela parecía encantada. Un miembro de la Commonwealth”. Sobre la prohibición de las posturas políticas entre royals, una experta en realeza habló con Harper’s Bazaar para explicarlo. “Su trabajo no es ser controversial. Su trabajo, su rol público, es representar a la soberanía, no al gobierno”, explicó. Añadiendo que quizá esto habría afectado a Meghan, porque a ella le gusta mucho tocar el tema. “Meghan Markle era una ciudadana privada con derecho a hablar sobre cualquier tema”.