Por Gabriella Morales-Casas
En menos de un lustro ha pasado de ser una actriz a una duquesa de reconocimiento mundial por dos motivos: su compromiso altruista y su polémica imagen pública. Repasamos las cosas que amamos de Meghan Markle y las que juegan en su contra, como la duquesa de Sussex (o la mujer que ha puesto de cabeza a la familia real británica).
LO QUE AMAMOS DE MEGHAN:
LA CARA PERFECTA: Su pequeña nariz, su óvalo definido y la cara siempre hidratada. Es notorio el uso de los fillers o rellenos para el rostro. En Londres acudía al Skinessis Clinic, un centro dirigido por Sarah Chapman, quien preparó su fina piel para el día de la boda; pero según los medios hollywoodenses, ahora se aplica Botuline en en un spa de lujo en Santa Bárbara (cuyo nombre no se reveló por presunta seguridad). SU ALTRUISMO: Dijo a CNN María Polilla, la maestra de Meghan en la primaria Angelina Immaculate Hearts, que siempre fue una niña interesada en los otros, que acudía con su madre, Doria Ragland, a los comedores comunitarios y recolectaba ropa para los refugios de Hollywood. Una de las primeras cosas que hizo cuando tomó notoriedad como actriz en la serie Suits fue enrolarse a la fundación de veteranos de guerra USO con la que acudió, junto a otras celebridades de la televisión y el deporte, a una gira por Asia y África en 2014, a la que también asistió el príncipe Harry, pero en 2013. La actriz dedicó seis semanas a instruir en la higiene menstrual a niñas de escasos recursos.