Por Bang Showbiz @CARASmexico
Este martes por la noche Meghan Markle reapareció en público por primera vez desde su visita a África para asistir a la inauguración de una cumbre mundial dedicada a jóvenes emprendedores y líderes en potencia. La duquesa de Sussex eligió un vestido de color morado para la ocasión que ya había lucido durante su embarazo, y volvió a hacer gala de esa tendencia a saltarse el protocolo en favor de una actitud más cercana que tanto gustó en un primer momento cuando desembarcó en el seno de la monarquía británica.
A lo largo de la velada, la esposa del príncipe Harry subió al escenario entre fuertes aplausos para saludar a una de las fundadoras del evento, Kate Robertson, que se apresuró a iniciar una reverencia. En el vídeo de ese momento que se ha hecho público, se puede ver cómo Meghan hace rápidamente un gesto de negación con la cabeza y la sujeta por los hombros para impedir que se incline, antes de rodearla con sus brazos y darle un cariñoso abrazo.
Aunque no hay ningún código de comportamiento que dicte cómo deben reaccionar los miembros del público cuando conocen a algún miembro de la familia real, lo habitual es que opten por realizar una pequeña inclinación de cabeza o una reverencia. Sin embargo, Meghan Markle no se siente cómoda con ese tipo de saludos y prefiere los abrazos en su lugar, y no solo en los actos oficiales. En sus interacciones con los curiosos que se acercan a saludarla en sus apariciones públicas también suele repartir abrazos, especialmente entre los más pequeños.