Por Gabriella Morales-Casas @CARASmexico
Pensar que el príncipe Harry ha tomado una decisión “alebrestada” al decidir por su libertad y la de su familia, podría ser erróneo. A lo largo de su vida ha mostrado sin miedo su carácter divertido, personalidad desparpajada, a veces impertinente y emocional, que le dieron el mote de “príncipe egoísta” entre los medios rosas de la Gran Bretaña. Todo ello evidencia que nunca fue adepto a seguir los protocolos de la Corona, excepto durante su etapa en la milicia --de la que se apasionó y fue obligado a retirarse-- y sobre todo, hablan más de él que de la duquesa misma, a quien se han cargado las críticas por dejar atrás sus obligaciones reales. Este era Harry antes de Meghan…
La muerte de Diana
Cuando Diana de Gales dio una entrevista a Martin Bashir para confesar sus desórdenes alimenticios y cómo tanto el príncipe Carlos como ella habían sido infieles, las consecuencias de la estabilidad emocional de sus hijos fueron muchas a nivel interno, como lo relataron después ambos príncipes. Al fallecer la princesa, la casa real hizo un acuerdo con los medios de comunicación: estaba prohibido fotografiar a los pequeños príncipes “hasta que completaran su educación universitaria y militar”, a cambio de acceso oficial. Pero los editores de prensa presentaron una queja en el Parlamento porque la familia no cumplió su parte, además de que Harry “por sí mismo genera noticias al pasársela de fiesta en su año sabático”, decía el comunicado. El príncipe Carlos estaba tan rebasado, que contrató a un “consultor” que actuara como mediador entre ambos.
La trampa escolar que llegó a juicio
El prestigiado colegio Eton, en el que estudiaron los principitos de Gales, estuvo en el ojo del huracán cuando una maestra afirmó que el príncipe Harry hizo trampa en una tarea final, en 2003. La indiscreta docente Sarah Forsythe declaró a los tribunales británicos que el director de Eton, Ian Burke, le pidió que ayudara al príncipe Harry a pasar el proyecto final de la clase Expressive Project y que ella lo ejecutó bajo un ambiente de bullying por parte del directivo. Al hacerlo público fue despedida y demandó al colegio. El contexto era que justo en 2004 Harry entraba a la academia militar Sandhurst y ella consideraba que no lo merecía. Harry lo negó siempre. A partir de aquí comenzó la debacle social de Harry, quien era visto constantemente en fiestas y comiéndose a besos a niñas, incluida a su novia Chelsy Davy, rompiendo la etiqueta real, entre otras muchas cosas…
El príncipe Harry de nazi
Así apodaron los tabloides británicos a Harry tras la “ocurrencia” del entonces tercero a la línea de sucesión al trono, de elegir un disfraz que lucía una esvástica nazi para una fiesta privada en enero de 2005. Primero se filtró la foto en los tabloides y después vino la pobre explicación de St James Palace, oficina y residencia que por aquel tiempo tenían el Príncipe de Gales y sus dos hijos. Pues bien, el tema de la dichosa fiesta era “colonial vs nativo” y al príncipe Harry le pareció divertido ir de Erwin Rommel, “El Zorro del Desierto”, un duro militar alemán que dirigió el fallido combate contra la Gran Bretaña en Libia y África entre 1941 y 1943. Obvio, el hoy duque de Sussex se tuvo que disculpar de inmediato: “Lo siento profundamente si ofendí a alguien, fue una mala elección de disfraz”.
Los golpes con los fotógrafos
Fue en 2004, el príncipe Harry tenía 20 años y salía de la discoteca londinense Pangea pasadas las 3 de la mañana; al encontrarse con un grupo de fotógrafos en la banqueta comenzó a insultarlos y los apartó a manotazos, en este acto uno de ellos se golpeó con la cámara en la cara y se le partió el labio, lo cual comenzó una trifulca mayor, en la que Harry salió con la nariz golpeada. El fotógrafo Chris Uncle declaró que Harry le aventó la cámara en la cara deliberadamente mientras gritaba “Déjenme en paz” y su seguridad personal lo jalaba al auto real. Este fue quizás, el peor periodo de Harry, ya que constantemente era visto pasado de copas y sin un rumbo fijo en su futuro profesional o académico… parecía un nuevo Andrew o peor aún, un nuevo Edward VIII.
La fiesta en Las Vegas
Ya se le había pasado lo beodo, pero no lo fiestero. Era 2012 y se fue a una despedida de soltero, jugó cartas y cada vez que perdía entregaba una prenda hasta que quedó desnudo y se puso una bolsa de plástico en el miembro. Estaban sus amigos y “chicas buena onda”, alguien entregó las fotos al programa de espectáculos TMZ y dieron la vuelta al mundo… No olvidemos que en 2011, un día antes de la boda de su hermano William con Kate Middleton, hizo gran fiesta y se dice que saltó por un balcón del hotel Goringy se rompió el tobil
7nc También ese año había dado la “nota” en una pool party cuando se cayó en la piscina mientras bailaba en la orilla bebido de más y alguien filtró el video. En este periodo se reportó que el Príncipe Carlos lo mandó a una clínica de rehabilitación de drogas, tras haber descubierto que fumaba marihuana con sus amigos en la residencia Highgrove. St. James Palace lo confirmó (sin querer) cuando avisaron que “este serio asunto se trató en familia y es capítulo cerrado”. La fiesta quedó atrás, pero nunca las polémicas del “Príncipe egoísta”.