Además de la princesa Diana, Victoria de Suecia y Sarah Ferguson de York también sufrieron trastornos alimenticios y lograron superarlos. Te contamos sus historias.
La princesa Diana de Gales
Una grabación transcrita por Daily Mail colocó en la atención pública los trastornos alimenticios de la princesa Diana, ex-esposa del príncipe Carlos. En ella Diana explicó que todo “comenzó una semana después de que estuviéramos comprometidos, y tardaría casi una década en desaparecer”. De hecho dice que un comentario de Carlos fue el que desató el problema: “Estás un poco gordita aquí, ¿no?”. La royal más amada de la historia británica llevaba su propia cruz respondiendo a la relación conflictiva que mantenía con su esposo y con la reina Isabel II. Antes de la boda ya había descubierto que, en secreto, Carlos y Camila continuaban con su idílico amor, mientras que ella era nada más un trofeo para darle una buena imagen a la corona británica."La primera vez que me midieron para el vestido nupcial tenía 73 centímetros de cintura. El día que me casé medía 60 centímetros”, se le oye decir en la cinta. La confesión de la princesa sobre sus problemas alimenticios en el libro “Diana: su verdadera historia” publicado en 1992, disparó la solicitud de ayuda de mujeres que pasaban por dificultades similares.
La princesa Victoria de Suecia
Para la próxima celebración de su cumpleaños número 40, la heredera al trono de Suecia, reveló detalles sobre su anorexia adolescente en un documental de aniversario. En su momento, la Casa Real confirmó la noticia a la ciudadanía que manifestaba su preocupación por la delgadez extrema de la princesa, evidente en los actos públicos en los que participaba. “Pasé un tiempo difícil”, recuerda Victoria, añadiendo que “necesitaba tiempo para resolver las cosas y recuperar mi equilibrio, conocerme a mí misma, descubrir dónde estaban mis límites y no presionarme demasiado”. Afortunadamente Victoria contó con el apoyo amoroso de sus padres, y recurrió a asistencia psicológica y nutricional. En ese momento siguió el consejo de hacer algún deporte, lo cual se convirtió con el tiempo en una afición. Hoy está casada con Daniel Westling, quien era su entrenador personal.
Sarah Ferguson, duquesa de York
La duquesa consolaba sus penas en la comida. Constantemente acosada por las cámaras en el tiempo en el que estuvo casada con el príncipe Andrew, duque de York, también tuvo que lidiar con la popularidad de su cuñada Diana De Gales. Sarah reveló que en esa época deseaba ser bulímica, para ser tan hermosa y delgada como Diana, pero que aunque no podía dejar de comer no tomó ninguna medida extrema. “Desear tener una enfermedad mental es una situación demasiado seria. Solía comer para ponerle una curita a mis emociones y aplasté mis sentimientos a través de la comida,” comentó. Sarah buscó ayuda profesional para tratar su adicción a la comida, probó la medicina holística y la naturopatía, perdió unos 25 Kilos con una alimentación balanceada y cambiando su actitud frente a la alimentación: ahora la ve como una aliada.