Aunque el príncipe Harry es embajador del Maratón de Londres, no anunció su asistencia ya que el nacimiento de su primer hijo es inminente. “Él siempre había planeado ir, pero con el próximo nacimiento de su bebé, no se anunció con anticipación su asistencia en caso de que ya no pudiera asistir. (Pero Harry) estaba complacido de haber podido asistir ", dijo un vocero del palacio a la revista People.
El duque de Sussex ha sido patrocinador del London Marathon Charitable Trust desde 2012, por lo que su asistencia era importante en este evento deportivo, ya que se reúne con voluntarios, observa a algunos de los corredores y coloca las medallas a los ganadores del Maratón. El Maratón de Londres es un esfuerzo masivo de recaudación de fondos. El año pasado, el evento recaudó 63.7 millones de libras para diversos esfuerzos filantrópicos, estableciendo un récord mundial para un evento anual de recaudación de fondos de caridad de un solo día por doceavo año consecutivo.
El príncipe Harry y sus sorpresivas apariciones
Todo el mundo está pendiente de los pasos de Meghan y Harry por el inminente nacimiento de su bebé, por lo que los ojos de todo mundo se encuentran en Frogmore, lugar de residencia de los duques de Sussex. La pareja, que ahora vive en la casa de campo de Frogmore, su nuevo hogar en Windsor, no ha compartido dónde, exactamente la duquesa planea tener a su bebé, pero el consenso es que habrá un anuncio público cuando ella entre en trabajo de parto, y otro en algún momento después del nacimiento del bebé.
Pero mientras eso sucede, el príncipe Harry continúa con su agenda de trabajo. Ya realizó una aparición sorpresa a principios de esta semana, el jueves, en los servicios del Día de Anzac en la Abadía de Westminster. Ese evento honra a los ciudadanos de Australia y Nueva Zelanda que han muerto en conflictos militares u operaciones de mantenimiento de la paz. Harry entró al memorial de la Abadía sonriendo junto a su cuñada, la duquesa de Cambridge. El príncipe William no asistió a los servicios porque estaba en Nueva Zelanda para rendir homenaje a las víctimas de los disparos en la mezquita de Christchurch.