Es bien sabido que la reina Letizia tiene una restricción muy estricta en cuanto a su alimentación, pero hay algo que a lo que de plano dijo no.
La gira oficial del rey Felipe y la reina Letizia, que les llevará por todas las comunidades autónomas a lo largo de las próximas semanas, arrancó este martes en Las Palmas de Gran Canaria con una visita a la Casa Museo de Pérez Galdós y un recorrido por el paseo de la playa de las Canteras.
Como resulta habitual en cada una de sus apariciones públicas, cada pequeño gesto y detalle ha sido analizado hasta la saciedad, desde el vestido de Zara que la reina eligió para la ocasión -que está, por cierto, de rebajas- a su actitud a la hora de saludar a los curiosos, que suele ser algo menos desenfadada que la de su marido.
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En esta ocasión, Letizia charló con las personas que se encontraban en la playa y los empleados del restaurante Don Jamón hasta el que se acercaron, pero también volvió a demostrar que existen ciertas normas que no está dispuesta a saltarse.
Su interés por la alimentación equilibrada y el deporte es de sobra conocida y, de hecho, en muchos eventos públicos ha demostrado que no prueba el vino ni siquiera para brindar.
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Resulta que esa lista de restricciones también incluye el jamón, tal y como ha quedado claro después de que rechazara de forma educada pero firme la degustación que le ofrecieron en el mencionado local.
Felipe, por el contrario, no necesitó que se lo repitieran dos veces y dio buena cuenta de la ración en solitario.