El funeral de la reina Isabel II se comenzó a planear desde 1960 con un protocolo creado por el coronel Anthony Mather. London Bridge contempla 12 días de luto nacional en los que ocurrirían homenajes precisos.
Por Samia Becil Canavati
En este protocolo, se estipuló que si el fallecimiento de la reina Isabel II llegara a suceder en su residencia de descanso en Balmoral, en la cual se encuentra en estos momentos, primero recibiría un homenaje in situ en el Palacio Holyroodhouse en Edimburgo (Escocia), antes de ser trasladada a Londres para luego ser transportada a la catedral de St Giles, de donde partiría en el Royal Train de la estación Waverley para arribar a Londres. Asimismo, en el escenario de caer en cama o padecer síntomas graves de alguna enfermedad, la reina Isabel II estaría bajo la supervisión de su médico de cabecera. Él determinará la hora exacta de la muerte y la comunicará al secretario privado de la reina, quien al día de hoy es Sir Edward Young.
EL PROTOCOLO INMEDIATO
Comienza con el aviso del secretario privado a la familia real, en especial al príncipe de Gales, quien sería el rey en ascenso. En cuanto a los mandatarios, Young enterará al jefe del gabinete del gobierno británico, que no es otra que la primera ministra Elizabeth Truss, cuya oficina de asuntos exteriores informará al resto de los miembros y a los 53 estados del Commonwealth. La prensa será avisada por medio del Palacio de Buckinhgam directo a la agencia Associated Press y no a la BBC. En cuanto se haya publicado la información, las páginas y redes sociales de familia real compartirían la noticia sobre fondos negros. Para el pueblo de Londres, el funcionario real designado saldrá vestido de tradicional luto negro a las puertas del Palacio de Buckingham y colgará un letrero con la leyenda oficial del anuncio. Las banderas reales y todas las que existan en la nación (incluso las extranjeras) se izarán a media asta. Tocarán las campanas de todo el país.
QUE VIVA EL REY
El programa “planeado” implicaría que el día D se realicen los anuncios, y Charles, el heredero al trono que más ha esperado en la historia para ascender, se dirigiría al pueblo para dar el pésame formal a la nación, en lo que sería su primer discurso como rey de facto. A partir del D+1 (segundo día), las banderas subirán y Charles sería proclamado rey a las 11 de la mañana en St. James Palace, en presencia de 150 miembros del Privy Council. En ese mismo instante se sabría también el título otorgado a su esposa Camilla. Después saldría a la ventana este del palacio (Friary Court) para ser proclamado King Charles III of Britain, frente a sus súbditos, por el Caballero de Armas de la Orden de Garter. La banda de la guardia Coldstream tocaría el himno y los rifles se dispararían en su honor. Como en tiempos ancestrales, los caballeros de Garter acudirían a la estatua de Charles I en Trafalgar Square, kilómetro 0 de Londres, para anunciar al nuevo rey a todo pulmón. El D+2 Charles viajaría a las capitales del Reino Unido: Cardiff, Belfast y Edimburgo, para llorar a la reina con sus súbditos. Mientras lo haga, el Palacio de Westminster será preparado para el funeral.
LA DESPEDIDA
El D+3 se prepararían las rutas para el paso del cortejo y la logística para proteger los jardines de Londres y ordenar a las masas que se esperan. El día D+4 iniciaría el traslado hacia el Palacio de Westminster, donde está el Parlamento, ya con Charles a la cabeza de la procesión. Sobre el ataúd siempre se coloca la bandera del monarca, así como su orbe, cetro y corona.El pueblo acudiría al Palacio de Westminster a despedirla durante cuatro días, por 23 horas (a la hora 24 se limpiará). Hasta el D+9 se cerraría la velación y las joyas serán limpiadas a conciencia para comenzar el traslado a la Abadía de Westminster. Esto se anunciaría de nuevo con las campanadas del Big Ben. Los comercios y la Bolsa de Valores cerrarían oficialmente.
EL EVENTO DE ESTADO
La reina y su procesión comenzarían su camino a la misa en el mismo carruaje que llevó a cuatro reyes antes que a ella, incluido su padre (no lo jalan caballos, sino marineros). A las 9 de la mañana se conduciría hacia la Abadía de Westminster, donde el servicio funerario comenzaría a las 11:00 en punto y tendría una duración de dos horas, también exactas. Tras el funeral real, la procesión partiría rumbo al Castillo de Windsor, donde la reina será sepultada, muy seguramente, en la capilla de St. George, donde reposa su padre. Te puede interesar:
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