Nadie sabe con certeza, pero las imágenes no mienten… las ausencias tampoco. La reina Isabel II vive el ocaso de su vida y se está cuidando para alargarlo. ¿Qué sabemos de la salud de la monarca?
Por Gabriella Morales-Casas #ElPrincipado
Cada vez que la reina Isabel II cancela un evento oficial entramos en pánico… No es para menos: la monarca tiene 95 años, enviudó el mismo mes en el que los cumplió y sufre el proceso penal que acusa a su hijo, el príncipe Andrew, de ser un presunto delincuente pederasta...ah, y además están Harry y Meghan. La reina Isabel II es una roca, pero nadie, ni siquiera ella, puede aguantarlo todo…
¿Cuándo empezó todo?
Primero canceló la apertura del Parlamento en Irlanda del Norte luego de haber asistido a las respectivas aperturas en Gales y Escocia en octubre de 2021; lo más grave fue la cancelación de la inauguración de la cumbre climática COP26 la primera semana de noviembre (dos semanas antes había aparecido en una reunión opinando sobre ambientalismo y política). ¿Qué tan cansada podría estar para no atender sus compromisos oficiales?
Para calmar al público su cuenta de IG @royalfamily publicó las entrevistas vía zoom que tuvo con la gobernadora de Nueva Zelanda y otros personajes, inclusive, se filtraron imágenes de ella manejando uno de sus autos Jaguar con todo y Corgi (uno nuevo, presumimos) en Sandringham, a donde voló para descansar tres días.
Prometió estar en el palco real del Remembrance Sunday programada a las 11 de la mañana (el día del Armisticio, que conmemora a los soldados y civiles caídos durante las dos guerras mundiales) y el mismo día a las 8 de la mañana llegó el comunicado de Royal Communications: “Se lastimó la espalda y no podrá asistir”. ¿Cómo pasó? No lo explicaron, pero parecía como un pretexto futil.
Una reina disminuida
Pero al día siguiente la reina Isabel II disipó la incertidumbre al reaparecer no con un zoom, sino con una audiencia presencial que capturó en vivo la señal de la televisora pública ITV. Recibió al General Sir Nicholas Carter, quien le presentó su renuncia como Jefe de Defensa Militar.
Uno de los dorgi de la reina Isabel II lo recibió en la puerta y al fondo estaba la monarca, más delgada y con menos lozanía en el rostro que lo habitual; pero eso sí, con la firmeza de su voz y ese tono tan “stiff” que la distingue. “Es muy triste que usted se vaya, ¿cuánto tiempo estuvo en el cargo, 8 años?”. Carter le comentó que solo Lord Mountbatten había estado más tiempo que él.
Charles bromea con su salud
La conversación fue breve pero el mensaje poderoso: Está cansada, es una anciana y aunque no queramos aceptarlo, los monarcas envejecen, se marchitan y finalmente mueren. “Confío en que cuando eso suceda sea rápido, no con una larga enfermedad como la que su padre sufrió”, dice en exclusiva para Caras Joe Little, editor de la revista Majesty y uno de los más cercanos periodistas a la casa real británica. “Ya que llegas a los 95 no es tan fácil como antes”, dijo entre risas Charles, príncipe de Gales a Sky News durante su gira por Jordania. “Si con 73 ya es bastante malo”, bromeó sobre su edad ante los nervios de la reportera (no es fácil preguntar sobre la salud o muerte de alguien mayor).
Las especulaciones son tantas que los medios de poca categoría se han atrevido a publicar que sufre cáncer de vejiga (EconoTimes, una página revolucionaria de La India, por ejemplo), mientras que publicaciones serias como Express y la editora de realeza de The Daily Mail Rebecca English están convencidos de que la reina sabe que está enferma y prepara su partida con cautela. “Les aseguro que ya tiene un plan pensando en que pierda la lucidez”, comentó English.
Es más grave de lo que dicen
“Yo estoy convencido de que está enferma y que no nos lo quieren decir”, dice el historiador Andrew Lownie a Caras. “No sería la primera vez que su oficina bloquea información”, dice el autor, quien vive en carne propia los “secretismos” del Palacio de Buckingham para evitar que publique los diarios privados de Lord Mountbatten en la revisión de su libro ‘The Mountbattens’.
Por su parte Joe Little coincide con English en que la reina reina hará todo lo que esté en sus manos por cuidar su salud para estar entera en las celebraciones de su Jubileo y que la transición con Charles sea fácil y sin turbulencias.
?t=400 “Es inevitable que se canse a su edad, tomemos en cuenta que este ha sido un año muy duro en lo personal para ella y no dejemos de lado la pandemia que nos ha afectado a todos… Quisiéramos que viviera 5 o 10 años más pero no va a ser así, debemos estar preparados y aún así confío en que celebrará su Jubileo”.
Tiene que decir la verdad
En los distintos programas de realeza del país, especialistas de diarios, revistas y televisoras analizan la realidad de los hechos y todo nos lleva al mismo punto: lo que sea que tenga la reina, si es que tiene alguna enfermedad, no nos lo van a decir nunca. Como es costumbre del gabinete de prensa de “The Firm”, mientras menos se sepa y nada se confirme todo está bajo control. Pero, ¿no tiene el público derecho a saberlo? “Ese es el mayor problema de esta monarquía obsoleta”, dice en exclusiva a CARAS el ex congresista Norman Baker, férreo crítico antimonárquico. “Como jefa de estado debe mantenernos informados de su salud, pero en esta convención absurda de que los reyes son mejores que nosotros, no quiere que la vean enferma y decaída, lo cual es absurdo”. Además de su imagen, Baker está seguro de que la reina no quiere mandar el mensaje de que “reina en lo oscuro”, pues esto supondría que Charles ha tomado las riendas por completo “y este es el peor momento para que la reina pierda las riendas: no solamente por los problemas con Andrew o Harry, sino porque la propia reina está metida en un problema de impuestos grave (The Queen’s Consent, una ley que aprovecha para bloquear auditorías a sus finanzas) y el propio Charles en otro más con su Fundación (su brazo derecho fue despedido por ello, vendía órdenes británicas, caballerías y hasta reuniones privadas con el príncipe)”.
¿Está listo Charles?
“Por supuesto”, dice Joe Little, “es el príncipe de Gales que más ha servido en el puesto en la historia, nadie está más preparado que él”. Pero Baker ve un pequeño detalle peligroso: “La monarquía goza de mucha popularidad gracias a la estima y cariño que la gente le tiene a ella no solo en Gran Bretaña, sino en el mundo entero, y Charles es un príncipe muy entrometido, autoritario, caprichoso… Como rey no será distinto y hasta que no llegue William no veremos una monarquía más moderna”. En resumen, la reina es el pilar de la monarquía, pero por más que sus súbditos y fanáticos en el mundo la quieran eterna los reyes mueren y el ocaso está cerca. Seguir leyendo: ESTE ES EL RETRATO DE MEGHAN Y HARRY QUE LA REINA GUARDA EN BUCKINGHAM
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