Sarah Ferguson, duquesa de York y exesposa del príncipe Andrés, fue diagnosticada con melanoma, una forma de cáncer de piel.
Este diagnóstico surge pocos meses después de que Sarah Ferguson realizó un tratamiento por cáncer de mama. La noticia de de su enfermedad fue dada a conocer por el portavoz oficial de la duquesa.
Diagnóstico de Sarah Ferguson
La duquesa de York, de 64 años y madre de las princesas Eugenia y Beatriz, enfrenta ahora la batalla contra el melanoma.
Este tipo de cáncer fue identificado luego de que le extirparon un lunar canceroso durante su tratamiento por cáncer de mama, detectado en junio pasado.
El dermatólogo de Ferguson, que también participó en su cirugía reconstructiva tras la mastectomía, solicitó analizar varios lunares, de esta forma se dio el descubrimiento del melanoma.
El portavoz de la duquesa indicó que actualmente se están realizando más investigaciones para asegurar que el cáncer se ha detectado en sus etapas tempranas.
A pesar de la preocupación que genera un segundo diagnóstico de cáncer en poco tiempo, se mencionó que Ferguson mantiene un buen ánimo.
La duquesa ha expresado su gratitud hacia el equipo médico que la ha apoyado, especialmente a su dermatólogo cuya vigilancia fue crucial para la detección temprana de la enfermedad. Además, ha enfatizado la importancia de estar atentos a cambios en lunares, como tamaño, forma, color y textura, que pueden ser señales de melanoma.
La vida de Sarah Ferguson: de la aristocracia a la realeza
Sarah Ferguson es descendiente de la Casa de Estuardo y del rey Carlos II de Inglaterra. Así que pertenece a la aristócrata británica desde su nacimiento.
Su entrada a la familia real se produjo cuando se casó con el príncipe Andrés, el tercer hijo de la reina Isabel II y Felipe de Edimburgo, en 1986.
Se conocieron desde la infancia, pero no fue hasta que Lady Di los presentó en las carreras de Ascot en 1985 cuando su relación comenzó. Su boda en la Abadía de Westminster fue un evento destacado en el Reino Unido, con una asistencia de dos mil invitados.
El matrimonio de Sarah Ferguson y el príncipe Andrés, conocido por su espontaneidad y desafíos a la tradición real, finalizó en divorcio tras seis años.
La pareja enfrentó muchas dificultades debido a las ausencias de Andrés por sus deberes en la Marina Real, lo que llevó a Ferguson a buscar su independencia y a involucrarse en proyectos y viajes que a menudo generaron controversia. La pareja anunció su separación en 1992 y su divorcio se concretó de mutuo acuerdo en 1996.
A pesar de los desafíos, los lazos entre Ferguson y el príncipe Andrés se mantuvieron amistosos, y ella ha expresado su afecto continuo por él, incluso durante las controversias que lo han rodeado. Aunque actualmente, conviven sigue sin confirmarse una reconciliación oficial.
