La monarca tuvo que sacrificar a uno de sus canes debido a los padecimientos que sufría por su avanzada edad.
Holly, uno de los adorados corgis de la reina Isabel II, fue sacrificada la semana pasada en el castillo de Balmoral, Escocia, a los 13 años debido a complicaciones en su salud relacionadas con su avanzada edad, según informa la revista People.
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El can había aparecido junto a la soberana y el actor Daniel Craig en el sketch de James Bond que inauguró los Juegos Olímpicos de Londres en el año 2012, y más recientemente posó sentado en el regazo de su dueña en la portada de la revista Vanity Fair, en el marco del reportaje realizado en el castillo de Windsor por la prestigiosa fotógrafa Annie Leibovitz con motivo del 90 cumpleaños de la monarca.
En la portada de la publicación, Holly aparecía junto a Willow, otro de los corgis de Isabel de también 13 años, y junto a los doráis Vulcan y Candy, un cruce entre las razas corgi y teckel.
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Aunque es de sobra conocido el cariño tan especial que Isabel II siente hacia los canes de esta raza desde que le regalaron una corgi llamada Susan por su 18 cumpleaños, en 2015 decidió que no continuaría incluyendo más perros en su camada tras la muerte de Monty, una de sus mascotas bautizadas en honor a Monty Roberts, su consejero en todo lo relacionado con cuestiones caninas.
“No quería tener más perros jóvenes, no quería dejar a ningún cachorro solo. Quiere acabar con esa tradición”, aseguraba el propio Roberts a la revista Vanity Fair.