La mañana de este 11 de abril la familia de O.J. Simpson dio a conocer el fallecimiento de la exestrella de la NFL. Orenthal James Simpson fue un jugador histórico de los Bills de Buffalo quien dejó varias marcas establecidas cuando se retiró, posteriormente hizo una carrera corta en Hollywood, pero para quienes no están familiarizados con el fútbol americano o sus películas, Simpson será recordado por sus problemas con la ley, concretamente con un homicidio doble.
Simpson, quien murió tras una larga batalla contra el cáncer, nació el 9 de julio de 1947 en San Francisco, California, e inició su carrera en el fútbol americano colegial en con los Troyanos de la Universidad del Sur de California, posteriormente fue seleccionado por los Bills de Buffalo en la primera ronda del draft de 1969.
Su paso por los Bills lo consagró como una estrella del fútbol americano, logrando el título de Jugador Más Valioso en 1973 y 1975. Además, Simpson fue el primer jugador en correr para más de 2,000 yardas en una temporada en 1973, cuando la temporada regular era de 14 juegos, en lo que ha uno de los logros más impresionantes en la historia de la NFL.
Un homicidio doble, la razón por la que O.J. Simpson es recordado
La vida de Simpson tomó un giro inesperado en 1994 cuando fue acusado del asesinato de su ex esposa, Nicole Brown Simpson, y de Ron Goldman. Este caso, conocido como “el juicio del siglo”, atrajo la atención de todo el mundo y puso sobre la mesa temas como el racismo, la clase y el favoritismo por las celebridades en el sistema judicial estadounidense.
A pesar de ser absuelto en la vía penal en 1995, Simpson fue encontrado culpable en lo civil en 1997, lo que afectó profundamente su imagen pública y su legado.
Por otro lado, el 14 de septiembre de 2007 fue arrestado en relación con un robo ocurrido en el Palace Station Casino en Las Vegas, caso en el que admitió haber tomado algunos objetos como recuerdo, argumentando que le habían sido robados anteriormente, pero negó haber forzado una habitación y portar armas, como se decía en un inicio. El 4 de octubre de 2008 Simpson fue declarado culpable de robo y secuestro y el 6 de diciembre de 2008 fue sentenciado a un mínimo de 9 años en prisión y a un máximo de 33, pero octubre de 2017, a los 70 años de edad, obtuvo su libertad condicional.
El legado como jugador de fútbol americano de O.J. Simpson seguirá en pie, pero para la gran mayoría será recordado por los escándalos en los que se vio envuelto fuera del campo de juego.
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